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“Para mí Dios es lo primero y luego mi familia. Es mi forma
de vivir, mi forma de ver las cosas. Me permiten vivir feliz”, afirma Keylor
Navas, el portero que antes de empezar cada partido se arrodilla para orar al
Padre.
“Hablo con Dios y le pido que me ayude. Le digo que todo lo
que voy a hacer en el partido es para su gloria. Le pido que me ponga un ángel
a cada lado, en cada poste, y que esté detrás mío para que todo salga bien. Me
aporta confianza, tranquilidad. Si he llegado hasta la cancha es porque Él lo
quiso y lo disfruto al máximo”, expresó este padre de familia que en diciembre
cumplirá 29 años.
Navas, que pertenece a una denominación evangélica, “mi
pasaje favorito de la Biblia es ‘¿Acaso yo busco la aprobación de los hombres,
sino la aprobación de Dios? Si buscara la aprobación de los hombres, ya no
sería un hijo de Dios’”.
En ese sentido, el arquero, conocido por arrodillarse y orar
con los brazos levantados antes de cada encuentro, advirtió que “muchas veces
la gente se puede burlar de uno por creer en Dios. En muchos estadios cuando me
hinco a orar la gente me insulta. Si me importara lo que la gente pensara de
mí, dejaría de recordar ese pasaje”.
“Tengo mi fe firme en mi forma de vivir, creo que no le hago
ningún daño a nadie. Respeto la forma de vivir de todas las personas. Lo que
Dios diga para mí es lo más importante y ese pasaje cambió mi vida, antes de
conocerle y tener mi relación con Él. Uno puede preocuparse sobre qué piensa la
gente si hago un cambio en mi vida o tomo otra manera de ver las cosas. Y en
cambio ese pasaje a mí me dio fe”, añadió.
El portero, que participa en obras de caridad, reiteró en la
entrevista que “Dios para mí lo es todo. Me ha dado salud y un gran trabajo que
debo aprovechar”.
En ese sentido, afirmó que su futuro futbolístico no le
distrae. “Yo lo pongo todo en manos de Dios. Sólo Él va a saber dónde estaré en
un futuro. Sólo puedo hablar del presente.
Toda su vida ha sido un trabajo muy duro para llegar hasta
el Real Madrid», afirma Ricardo Cabañas, su representante. «Su esfuerzo para
triunfar ha sido constante. En el Levante fue suplente durante dos años (del
2011 al 2013) solo porque otro portero (Munua) había llegado antes que él al
club». La marcha de Munúa le permitió destacar en el club levantino y ser
elegido el mejor «arquero» del Mundial de Brasil.
Una lesión lo llevó a buscar de Dios
Pero las cosas más importantes de su vida habían comenzado
antes, en 2008, cuando ya era el guardameta titular del Saprissa costarricense,
después de haber sido rechazado por los técnicos durante su niñez por ser
bajito. Aquel año sufrió una lesión de rodilla. Se recuperó. Y acudió a la
congregación evangélica de la ciudad de Santa Ana para dar gracias por superar
el trance.
Iba los lunes y los martes. Allí conoció a la famosa Andrea
Salas y su hija Daniela. La modelo buscaba encontrarse a sí misma después de
años de portadas eróticas y amores de televisión y revista. Navas quedó
prendado de ella y la conquistó por medio de Daniela. Se ganó a la hija y llegó
al corazón de su madre. Su relación supuso un cambio radical en la vida de la
modelo. Dejó esa profesión y se casó con Keylor. Se dedicó a asesorarle y se
especializó en diseño de páginas web.
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